¿Qué vibra
dentro de nosotros cuando se cumple algún aniversario? ¿Qué ocasión de “re - cordar”
(pasar nuevamente por el corazón) encontramos
en determinado día? Inventamos los aniversarios como apoyos de un camino, ese
sendero arduo y gozoso a la vez, envuelto en memorias, hacia horizontes que
avizoramos con justicia y verdad cabales.
El lunes 19 de
noviembre de 2012 las Madres nos encontramos nuevamente. No en la tarea
cotidiana, a veces difícil; sí para abrir el corazón, en el salón nuestro, al
recuerdo de nuestra querida María Adela, cuya muerte (23 de julio del 2002) cumple
diez años en este que está terminando.
Varias
compañeras explicaron su ausencia: Beba Córdoba, recluida en su localidad por
no poder trepar a vehículos; Nora Cortiñas, fuera del país; Carmen Cobo y
Carmen Lapacó, convaleciendo en la
Capital y en San Juan respectivamente; Martha Braverman,
también imposibilitada de movilizarse, y algunas otras Madres.
Un video (“La
dama digna”, 20 minutos) nos mostraba a M. Adela allí nomás, en medio de
nosotras; otro más breve, generosamente preparado por María Inés Brassesco y
sus compañeras de la UMA,
exhibió la entrega a M. Adela del premio “Margarita de Ponce”; varios amigos
que hace tiempo no teníamos el placer de ver relataron, como el resto de
quienes allí compartíamos rica comida y bebida, anécdotas entrañables de M. Adela;
algunos jóvenes que son casi sus nietos –entre ellos Mario Norro, editor del primer
video, y Corina su hermana- no lograron decir palabras: pura emoción. Reunión
cercana a lo íntimo, en que la canción venezolana anónima en la voz preciosa de
Susanna Moncayo –la misma canción que ella entonara en el velatorio, sabedora
de que “A Adela le hubiera gustado”,
como dijo entonces- y las canciones de Susana Ratcliff con su voz y su
bandoneón de alta calidad, acompañada de Ana en la percusión, elevaron un
homenaje desde la belleza, que no rompió esa familiaridad que circulaba entre
todas y todos.
Las Madres
necesitamos este tipo de encuentros: seguir re-cordando, con alegría, música,
gente joven, vida en presente (sólo hay presente: el futuro se construye dentro
de él).
María Adela Antokoletz hija.