Los años van pasando, pero los principios fundadores que nuestro
movimiento ha mantenido durante la dictadura y la transición democrática
–Justicia y Verdad a través de la Memoria- siguen vigentes.
Siguen también vigentes las palabras de Julio Cortázar en
su discurso de apertura del Coloquio de
Abogados de Paris realizado en enero de 1981 para tratar el crimen de lesa
humanidad que es la desaparición forzada de personas:
(…)
Y si toda muerte humana entraña una
ausencia irrevocable, ¿qué decir de esta ausencia que se sigue dando como
presencia abstracta, como la obstinada negación de la ausencia final? (…). Aquí, en esta sala donde ellos no están,
donde se los evoca como una razón de trabajo, aquí hay que sentirlos presentes
y próximos, sentados entre nosotros, mirándonos, hablándonos. El hecho mismo de
que entre los participantes y el público haya tantos parientes y amigos de
desaparecidos vuelve todavía más perceptible esa innumerable muchedumbre congregada
en un silencioso testimonio, en una implacable acusación. Pero también están
las voces vivas de los sobrevivientes y de los testigos (…).
(…) Hay que mantener en un obstinado presente,
con toda su sangre y su ignominia, algo que ya se está queriendo hacer entrar
en el cómodo país del olvido; hay que seguir considerando como vivos a los que
acaso ya no lo están pero que tenemos la obligación de reclamar, uno por uno,
hasta que la respuesta muestre finalmente la verdad que hoy se pretende
escamotear. Por eso este coloquio y todo lo que podamos hacer en el plano
nacional e internacional, tiene sentido que va mucho más allá de su finalidad
inmediata; el ejemplo admirable de las Madres de Plaza de Mayo está ahí como
algo que se llama dignidad, se llama libertad, y sobre todo se llama futuro.
Cortázar nos ve como signo de futuro. No lo defraudamos. Contra
los irresponsables y vanos intentos de instalar una imposible reconciliación
entre quienes sufrieron el terrorismo de Estado y quienes lo perpetraron, repetimos
y lo seguiremos haciendo:
¡NO
A LA RECONCILIACIÓN!
¡NI
OLVIDO NI PERDÓN!
JUSTICIA CONSTITUCIONAL
Buenos
Aires, agosto de 2015