El Frente POLISARIO
(Frente Popular de Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro, sucesor del
Movimiento Para la
Liberación del Sahara)
conmemoró el 20 de mayo de 2013 el 40 aniversario del inicio de la lucha
por la independencia nacional en el marco de la legalidad internacional
reconocida por la ONU
en su resolución 1514(XV) a los países y pueblos bajo dominación colonial.
Ante una nueva
declaración de las Naciones Unidas que ratifica el reconocimiento de la República Árabe Saharaui, el
representante de ese pueblo en la
Argentina , Salem Bachir, el director de la Cátedra Libre de la Universidad de la Plata , Norberto González y
Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadoa, dieron una charla acerca
de la problemática saharaui, el hostigamiento del gobierno de Marruecos hacia
ellos y un pedido de solidaridad.
Nora Cortiñas
destacó la fuerza de las mujeres saharauis y para ello comentó anécdotas
cotidianas. “El agua les llega en camiones”, dijo y sumó que no podía creer que
desde otro país [Marruecos] se haga tanta presión. Inmediatamente aclaró que el
conflicto no lo genera el pueblo marroquí, sino su gobierno.
Nora continuó
diciendo:
“Soy una ama de
casa que salí a la calle por la desaparición de mi hijo Gustavo”, dijo. “Mi
padre era muy machista, preocupado por sus familiares catalanes que venían
escapando al país, pero nunca nos habló de política”. Entonces, entre plazas de
Mayo y sedes de ONU, recordó la llegada al encuentro de mujeres saharauis en un
avión de guerra ruso de 1920, “sin cinturones, nada; nos sentamos en hileras,
200 mujeres que habíamos entrado por la cola del avión” por donde entran las
tropas.
Destacando el papel
de las mujeres en temas de Derechos Humanos, se refirió a la fuerza de las
mujeres colombianas luchando por la
Paz , y de las mujeres hondureñas, quienes sufren a diario la
represión de un país ocupado por bases aéreas de los Estados Unidos.
Entonces Nora
recordó que antes de estar con las mujeres saharauis había estado con las
mujeres kurdas. Efectivamente, estuvo grabando un documental en la región kurda
de Turquía, donde se solidarizó con el Proceso de Paz impulsado por ese pueblo
en una guerra que lleva tres décadas. “Compartí con las mujeres kurdas, en las
montañas. Ellas son gacelas (…) mostrando los pueblos bombardeados, sus
cementerios en las montañas. Y yo me pregunto: ‘¿de dónde sacan las fuerzas?’ Y
digo: ‘del amor a nuestros hijos’”.