Jarach, de familia judía italiana, emigró a la argentina con sus padres cuando tenía once años, huyendo de la persecución del régimen fascista. Recordó en la conferencia que su abuelo fue deportado y murió en los campos de exterminio nazis. "Mi abuelo quedó en Italia cuando nosotros nos salvamos partiendo a Argentina y fue deportado a Alemania. De él no hay tumba. Muchos años después, mi hija desapareció, en la tristemente célebre Escuela de Mecánica de la Armada. De ella tampoco hay tumba. Estas dos historias demuestran que lo que ha pasado una vez puede volver a suceder. Si no se lograra la extradición de Mario Sandoval, "tendríamos que buscar las posibilidades que haya en la ley nacional e internacional. No sé de qué manera, pero ese hombre tiene que ser juzgado, tiene muchos crímenes en su haber. No es el único, pero es un caso clave", estimó Vera Jarach.