Elia Espen y María Adela
Antokoletz, en representación de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; junto
a Alba Lanzillotto, secretaria de la
PIDHDD (Plataforma Interamericana de Derechos Humanos
Democracia y Desarrollo) visitaron el
Centro Cerrado para Jóvenes Adultos de Virrey del Pino (la Matanza ).
Esta visita se realizó gracias a
la convocatoria de Marcela Gudiño, psicóloga, miembro del Colectivo Memoria
Militante y de la PIDHDD ,
quien junto a la Dra.
Liliana Alza, funcionaria judicial de una defensoría de
menores de provincia de Buenos Aires, organizaron dicho encuentro.
El Centro fue creado por convenio
entre el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia y el Servicio
Penitenciario Bonaerense. Los jóvenes en situación de conflicto con la ley allí
internos, de 18 a
21 años (aunque algunos ya han cumplido 22, pero se procura que no sean
trasladados a cárcel alguna) siguen un proyecto por el cual se realizan
talleres y se proyectan filmes, en el intento de formarlos en su condición de
ciudadanos y para cuando salgan libres.
Tal como informa la Secretaría de Niñez y
Adolescencia (sede en La Plata ),
“El curso sobre Derechos Humanos integra un ciclo de 4 talleres sobre distintas
temáticas que se realizan desde mediados de 2012, en coordinación con la Secretaría de Extensión
de la Universidad
Nacional de La Matanza. Además de la capacitación en Derechos
Humanos, se dicta formación en ´Comunicación Popular´; ´Participación
Ciudadana´ y
´Diseño Gráfico´ ”.
Participaron la directora
provincial de Planificación del Ministerio, Ester Noat, y el Subsecretario de
Responsabilidad Penal Juvenil Carlos Corrales, quienes no ocultaron aspectos de
sus propias vidas durante el taller. Estuvo también algunos ratos del taller el
director del Centro, Alberto Acosta.
Sobre estas capacitaciones, el
secretario de Niñez y Adolescencia, Pablo Navarro, aseguró que “la educación de
los jóvenes con restricciones de su libertad, implica prepararlos para la
participación social. Se trata de promover diferentes actividades que les
permitan significar y construir un proyecto extramuros” (…) “Además, un taller
de este tipo implica no solo que los adolescentes conozcan en detalle sus
derechos sino que escuchen el ejemplo de estas madres y abuelas que defendieron
esos derechos en la etapa más triste de nuestra historia”, agregó el funcionario.
En el taller se trabajó jugando,
escribiendo en el pizarrón, relatando y escuchando. Alba les habló como ella
sola sabe hacerlo; Elia relató el secuestro de su hijo Hugo Miedan,
desaparecido en febrero del 77
a los 29 años, porque los internos se lo pidieron. María
Adela llevó elementos para el taller, que coordinó con colaboración de todos.
Al final de la jornada, los muchachos pidieron que se repita.
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