Las Madres hemos recorrido un largo camino que se inicia un 30 de abril de 1977, en plena dictadura militar, a instancias de Azucena Villaflor de De Vincenti, cuando catorce mujeres hacen pública la desaparición forzada de sus hijos a través del accionar genocida del terrorismo de Estado.

viernes, 18 de octubre de 2013

Emotivo homenaje a Laura Bonaparte en la Biblioteca Nacional


Se realizó un acto en la sede de la Biblioteca Nacional organizado por la Junta Interna de ATE.
Allí estuvieron los dirigentes de la CTA Hugo Yasky, Marcelo Frondizi y Carlos Girotti junto al coordinador del espacio de Derechos Humanos de la CTA Ciudad, Jorge Insaurralde Taján.
“Una Madre de Plaza de Mayo contra el olvido” fue el lema de la actividad que tuvo lugar en sala Jorge Luis Borges. Los principales oradores fueron sus familiares, amigos y compañeros. “Demostró que aun cuando se pierde a los hijos de esa manera, aun en la más absoluta soledad, se puede hacer algo por el otro”, dijo su hijo Luis Bruschtein
Una de sus nietas, Natalia Bruschtein adelantó las imágenes del documental que realizó sobre la vida de su abuela.
También hablaron su otro nieto Hugo Ginzberg, la integrante de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas Lita Boitano, la presidente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Marta Vásquez, la fundadora de la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual, Loana Berkins, la cantante y legisladora porteña Susana Rinaldi y el director de la Biblioteca, Horacio González.
Luis, reconocido periodista y único de los cinco hijos que sobrevivió a la última dictadura cívico-militar expresó: “Ella, que nunca nos tiró para abajo, que no nos tiró por encima su dolor, es la responsable de que todos sus nietos hayan sido y sean militantes por los derechos humanos”
Laura tuvo que exiliarse en México, luego regresó al país en 1983, cuando se unió a las Madres de Plaza de Mayo. Pero no solo se ocupó de ese organismo, visitó a refugiados en El Salvador, en Guatemala, en Bosnia y en el Líbano. Ademàs desarrollo un programa de salud mental en el Policlinico de Lanús.
Al final, Marta Vazquez la recordó diciendo: “Va a seguir con nosotros, nos es muy difícil hacernos a la idea de que ya no está”, confesó la única de la mesa que compartió con ella el pañuelo blanco. Ella, que “nunca hubiera esperado un homenaje”, aseguró su hijo, porque “hacía lo que hacía por convicción, pensaba en función de los demás”, sonreía desde allí arriba, desde un retrato proyectado de fondo, sonreía tal vez un poco más cuando Luis la liberó del protagonismo: “Este homenaje es a todas las madres que luchan y lucharon como mi vieja; al pueblo que lucha, a las mujeres que murieron en la lucha por un país mejor”.