Con la presencia de la Presidenta de Abuelas de
Plaza de Mayo, Estela Barnes de Carlotto, la
Vicepresidenta Rosa Roisinblit, la Abuela de Plaza
de Mayo, Buscarita Roa, la Presidenta de Madres de
Plaza de Mayo Línea Fundadora, Marta Vásquez, los
nietos restituidos, Horacio Pietragalla y Victoria
Montenegro y el coordinador del Programa Educación
y Memoria, Claudio Altamirano, se llevó a cabo el
encuentro: “A 30 años de la restitución del Estado
de Derecho” con motivo de conmemorarse el próximo
22 de octubre el Día Nacional del Derecho a la
Identidad.
El Programa
Educación y Memoria y la Escuela N°2 del barrio de
Villa Lugano organizaron el encuentro en homenaje
a las Abuelas, Madres de Plaza de Mayo y Nietos
restituidos y a los 30.000 detenidos-desaparecidos
como parte del proyecto escuela “Derechos Humanos,
Derechos del Niño, 30 años de democracia”.
Portando un enorme Pañuelo Blanco con la leyenda
“Madres que abrazan la esperanza” las abuelas, las
madres y los nietos restituidos hicieron su
ingreso a la escuela recibiendo un estruendoso
aplauso por parte de los presentes y una sentida
bienvenida reflejada en la enorme sonrisa de los
más de 500 niños y niñas presentes. “La
visita de ellas nos mueve el corazón”
expresó Rosa Galati, directora de la escuela,
dirigiéndose a los invitados presentes:
supervisores escolares, directores del distrito,
representantes gremiales, referentes barriales y
padres.
Claudio Altamirano, coordinador del Programa Educación y Memoria, presentó un capítulo del video documental “Los Derechos Humanos en la Escuela” que refleja el trabajo realizado por docentes y alumnos/as de la escuela en torno a los Derechos Humanos y Derechos de los niños/as.
Claudio Altamirano, coordinador del Programa Educación y Memoria, presentó un capítulo del video documental “Los Derechos Humanos en la Escuela” que refleja el trabajo realizado por docentes y alumnos/as de la escuela en torno a los Derechos Humanos y Derechos de los niños/as.
Luego de las palabras de Carmen Scheston, ex
autoridad escolar, las dulces voces de los
alumnos/as más pequeños entonaron la canción “Como
pájaros en el Aire”, llenando de vida y sentido
sus versos: “Las manos de mi madre llegan al
patio desde temprano, todo se vuelve fiesta
cuando ellas juegan junto a otros pájaros”.
“Manos de mujeres que han parido la verdad” rezaba el título de un telón donde fueron colocadas las producciones leídas por los niños y niñas: “Gracias por enseñarnos el camino de la verdad y la justicia”, “Es nuestro deseo vivir en un mundo sin violencia y que se respeten nuestro derechos”, “Gracias por enseñarnos a vivir en la esperanza”, “Queremos que sigan apareciendo sus hijos y nietos, porque todas las personas del mundo tienen derecho a saber su identidad”, fueron algunos de sus mensajes dedicados a las abuelas y a las madres.
“Manos de mujeres que han parido la verdad” rezaba el título de un telón donde fueron colocadas las producciones leídas por los niños y niñas: “Gracias por enseñarnos el camino de la verdad y la justicia”, “Es nuestro deseo vivir en un mundo sin violencia y que se respeten nuestro derechos”, “Gracias por enseñarnos a vivir en la esperanza”, “Queremos que sigan apareciendo sus hijos y nietos, porque todas las personas del mundo tienen derecho a saber su identidad”, fueron algunos de sus mensajes dedicados a las abuelas y a las madres.
La primera parte
del acto finalizó con un grupo de niños y niñas
interpretando la canción “Que canten los niños”
acompañados por sus profesores de música.
A continuación en el “Jardín de la Memoria” cada
madre y abuela plantó un árbol en nombre de su
hijo, y en un corazón hecho en la tierra, las abuelas, las
madres y los nietos arrojaron semillas.
Marta Vásquez, con sus ojos visiblemente emocionados, dijo: “Estoy muy feliz por haber podido plantar este árbol en nombre de mi hija María Marta y en el nombre de los 30.000 detenidos- desaparecidos. Agradezco el trabajo de esta escuela y del programa Educación y Memoria”.
Con el fin de resignificar los espacios por donde transcurre la vida de la escuela, se descubrieron tres placas. La primera de ellas con el nombre “Laura Carlotto”, dedicada a los jóvenes que se opusieron a la dictadura cívico-militar, que será emplazada en el Salón Principal, “Madres y Abuelas de Plaza de Mayo” que se colocará en la biblioteca escolar, y la tercera denominada “Hijos/as, nietos/as restituidos” que será instalada en el patio de la escuela. “Nuestros hijos nos dieron la fuerza para seguir luchando en este largo camino por un mundo y un país de paz y justicia. Ahora ustedes son el futuro porque el día de mañana no vamos a estar, pero ustedes van a seguir en esta lucha para que nunca más haya un golpe de Estado en nuestro país” resumió el sentido de estas acciones, Marta Vásquez.
Marta Vásquez, con sus ojos visiblemente emocionados, dijo: “Estoy muy feliz por haber podido plantar este árbol en nombre de mi hija María Marta y en el nombre de los 30.000 detenidos- desaparecidos. Agradezco el trabajo de esta escuela y del programa Educación y Memoria”.
Con el fin de resignificar los espacios por donde transcurre la vida de la escuela, se descubrieron tres placas. La primera de ellas con el nombre “Laura Carlotto”, dedicada a los jóvenes que se opusieron a la dictadura cívico-militar, que será emplazada en el Salón Principal, “Madres y Abuelas de Plaza de Mayo” que se colocará en la biblioteca escolar, y la tercera denominada “Hijos/as, nietos/as restituidos” que será instalada en el patio de la escuela. “Nuestros hijos nos dieron la fuerza para seguir luchando en este largo camino por un mundo y un país de paz y justicia. Ahora ustedes son el futuro porque el día de mañana no vamos a estar, pero ustedes van a seguir en esta lucha para que nunca más haya un golpe de Estado en nuestro país” resumió el sentido de estas acciones, Marta Vásquez.
Una suelta
de globos con mensajes de amor, verdad, justicia
y memoria antecedieron a las palabras de cierre
de Rosa Galati: “Escuché a una madre decir
que hoy, en nuestra escuela, fue feliz.
Nosotros podemos decir entonces: la tarea está
cumplida.”