Documento leido por nuestras
compañeras Vera Jarach y Enriqueta Maroni en representación de Madres de Plaza
de Mayo Línea fundadoras , dentro del marco de la Jornada “La Juventud debate: Nuestra
Generación y los derechos humanos”,
realizada en el espacio de memoria de la ex ESMA
La
existencia de Madres supone la ausencia de nuestros hijos
detenidos-desaparecidos. En esta paradoja de presencia y ausencia es bueno
preguntarnos: ¿Quiénes eran nuestros hijos detenidos desaparecidos?
Eran
militantes políticos y sociales, que tenían un proyecto personal de vida y
también un proyecto colectivo dentro de las organizaciones que se habían
formado, cada uno eligió la que mejor correspondía a sus ideales. Algunas
madres conocían esa militancia, otras la fuimos descubriendo.
A
través de los sobrevivientes, nos enteramos de la existencia de los centros
clandestinos de detención y el horror allí vivido. Los genocidas les borraron
su identidad a partir de Videla, cuando dice: “No son, no están, no tienen
identidad. “Son desaparecidos”.
También cuando fueron una letra y un número. Entonces había que hacerlos
visibles; aparecen las pancartas, las siluetas que nos permitieron mostrar sus
rostros y sus nombres.
Ellos,
nuestros hijos, repudiaron el golpe de estado del 76 y se unieron a los
movimientos de liberación de toda América Latina.
En
su mayoría, los detenidos desaparecidos nacieron con la Revolución del 55,
crecieron con la proscripción del peronismo y el fragor de las luchas sociales
que cuestionaban al sistema capitalista: el Mayo francés, Vietnam, la Revolución Cubana,
el Cordobazo, todas las luchas que daban esperanza de que otro país y otro
mundo eran posibles. Fueron seres
humanos, con aciertos y errores, pero caracterizados por la solidaridad, el
compromiso y la entrega.
Buscando
a nuestros hijos, las Madres de Plaza de Mayo fuimos conociendo los problemas
sociales. Durante largos años, nos acompañaron diversas consignas que
expresaron y expresan nuestra lucha y accionar: “Aparición con Vida”, “Memoria
Verdad y Justicia” y la última “Solidaridad y Compromiso social”, que se
relaciona con la militancia política y social de nuestros hijos y es el
reconocimiento de los detenidos-desaparecidos como sujetos activos que lucharon por cambiar el modelo de sociedad.
A
partir de la última consigna, las Madres comenzamos a pensar en actividades
sociales. La primera de ellas fue: “Proyecto 30”, en la villa 31 y 31 bis,
que fue subvencionado por el
Ayuntamiento de Barcelona y consistía en la realización de diversos
talleres: Música, Artesanía, Juegos, Teatro, etc., dictados por personas
jóvenes. Este proyecto duró cuatro años.
Actualmente,
estamos trabajando también con talleres en los Institutos de Menores, como en
el San Martín, en el Belgrano y en el Rocca, mediante el convenio con la Secretaría del Menor,
Adolescencia y Familia. Este proyecto está subvencionado por el ministerio de
Desarrollo Social.
Además,
la labor actual de Madres se realiza en el predio de la ex ESMA, en el edificio
otorgado por el Gobierno Nacional y cuyo nombre es “Casa de Nuestros Hijos, La Vida y La esperanza”. Allí
funciona la Tecnicatura Popular
de Música, que es un sueño pensado por las Madres desde hace cuatro años y en
donde se unen: el proyecto “Música Esperanza”, con Miguel Angel Estrella y Esther
Córdoba, La Universidad
de Arte de La Plata, el Ministerio de
Educación de la Nación
y las Madres de Plaza de mayo Línea Fundadora. La coordinadora, Fátima, esposa
del fallecido Patricio Rice, anima y vigoriza este proyecto con una entrega
realmente elogiable. El título emitido por la Tecnicatura Popular
de Música es oficial. Tal proyecto es el que nos va a trascender y el legado que las Madres de Plaza de
mayo, Línea Fundadora dejaremos a las futuras generaciones.
El
edificio, como el resto de los edificios del “Espacio Memoria y Derechos
Humanos” (ex ESMA) son construidos por las Cooperativas del programa “Argentina
Trabaja”, del Ministerio de Desarrollo Social. Llama la atención la cantidad de
mujeres con sus cascos blancos que integran el plantel de operarios y que,
previamente a su trabajo, realizan los cursos de capacitación con arquitectos e
ingenieros de la UBA,
convocados para tal fin.
Llegar
hoy a ese Espacio es ver personas, la mayoría jóvenes realizando distintas
actividades, personas que no quieren olvidar la historia del lugar, que saben
que el corazón de este predio es el “Sitio
de Memoria”, (Casino de oficiales), pero que también entienden que los
detenidos-desaparecidos son los verdaderos actores de la Memoria y quieren ser
recordados como lo que fueron: “Seres Vivos”. Este lugar de horror y muerte se
está transformando en un lugar de
“celebración de la vida”. Como dice el Subcomandante Marcos: “La memoria
funda siempre el mañana y es la guía que tiene el corazón para que el pasado no
vuelva”. Una memoria no sólo para recordar sino para crear un compromiso, una
acción capaz de convertir el horror del pasado en un presente y en un futuro de
vida, para la vida.